viernes, 28 de septiembre de 2012

Otro sueño simbólico: La horma de mis zapatos


Hace un par de semanas que tengo una crisis existencial: no sé si dejar psicología y pasarme a comunicación social o a filo. 
No es la primera vez que este asunto se mete en mi mundo onírico. Hace una semana soñé que estaba en el pabellón 3 de ciudad universitaria gritando ¡¡¡Tengo 20 años y me estoy volviendo vieja tengo que decidirme ya!!!
Pero esta vez el contenido del sueño fue un poco mas solapado.
Soñé que estaba de compras por Palermo Soho (ayyy) con mi sobrina Julita de 5 años, y llegamos a una zapatearía que vendían calzados hechos a mano.
Como en la vida real Julita estaba más que pedigueña y no me dejaba elegir en paz. Habían un montón de modelos que me gustaban pero todos tenían un problema.
Al principio lo que mas me gustaron fueron unas botas pero costaban 2000$, entonces le pedí al zapatero si no tenía unas mas baratas. El me sentó en un banquito y se fijó la horma de mis pies. 
Me trajo unos zapatos que eran muy estrechos, después otros que eran muy grandes, después otros muy feos, hasta que me trajo un modelo increíble pintado a mano, pero otra vez me quedaban grandes. Entonces le pedí que me traiga ese mismo modelo pero en mi talle. Eran como unas alpargatas blancas re veraniegas con unos dibujitos cancheros, muy delicadas, pero cuando me las trae en mi talle no eran las mismas alpargatas: eran unas zapatillas blancas horribles con un dibujo parecido pero mucho mas tosco. El zapatero estaba desconcertado y debo decir que desde el principio del sueño que me venía tirando onda pero a lo "macanudo". Como que era un buen personaje que quería ayudarme y no sabía como. 
Bueno, finalmente me hincho las pelotas de tanto shopping frustrado y decido irme. El zapatero me dice algo así como "parece que no encontras la horma de tus zapatos" y yo  " si, si, bueno bueno" y me voy.
Salgo y sigo caminando por las calles de palermo, quiero volver a la zapatería pero ya no me acuerdo el camino. 
Me siento en un café (Julita estaba molestísima a esa altura) y cuando me voy me doy cuenta que me había olvidado la cartera en alguna parte. Entonces por un momento me alivio y me digo "bueno ya fué, no la voy a encontrar nunca mas" pero de todas formas igual vuelvo al café y no solo estaba mi cartera sinó que había otra mas. Se vé que había salido de mi casa con dos carteras gigantes. 
Bueno entonces me calzo las dos carteras como si fuera re normal, después de todo era un sueño y yo tenía un gorrito con forma de rana en la cabeza, y sigo caminando.

The end.







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