
Una entrada espirituosa.
Hace muchos meses que lo venía buscando por la casa y no lo encontraba, pero hoy revolví la biblioteca y apareció: el libro de las cartas de Van Gogh a Teo.
Este libro me lo compré el año pasado y fué mi libro de cabecera y mi inspiración, pero creí que lo había perdido en la mudanza.
Obvio que si no lo encontraba me lo iba a comprar de nuevo.
Van Gogh es mi idolo a full. El es el n°1 en mi podio de fanatismo, yo sueño con tener el 0,0001 % de la grandeza de este artista.
Siento que fue uno de los seres iluminados que poblaron estas tierras, sus reflexiones hacen eco en mi como gritos en mi alma por mas cursi y trillado que suene esto, abandoné el arte pero, no, es solo un momento, el arte no se deja nunca, el arte... ¿Se puede amar tanto?
Porque yo siento que lo amo, lo amo como una fanática loca.
El es un maestro trascendental del tiempo, espero que su alma haya encontrado la paz en el lugar del cielo donde las nubes se ponen rojo de cadmio o azul cobalto,
o que reencarne en una luciérnaga de estanque.
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