Enredaderas todas con
Pequeñas flores lilas, blancas y celestes.
Tapé mi porche con
Enredaderas todas llenas
De hojas verde muérdago.
Me escondí en mi casa tras
Las enredaderas que ahora están
Mustias, secas, marchitas, ajadas y olvidadas.
Esta mañana
Colgué en mi vieja pared
Guirnaldas de colores.
Este poema no es mío lo escribió alguien que ya no está
conmigo.
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