



Invocación
(Ni roma ni cicuta
Ni una Atenas inundada por la peste
Que los soldados no entren,
Que me estoy vistiendo, que no molesten)
Este poema lo escribí yo
Y no tuve el placer del cuerpo de una musa
Ni de mi madre es
Ni del mundo sagrado de lo bello
Ni del Golem de otoño.
Sacras, con luces silvestres
Quiero que crezcan siempre como enredaderas:
Tienen las palabras la sangre dulce de los pájaros
No hay comentarios:
Publicar un comentario